Somos, desde hace más de 100 años, miles de agricultores que trabajamos la tierra de Gandesa, tierra de viñedos y olivos centenarios, de vinos y aceites de fuerte personalidad y renombre. Hace más de cien años que mimamos los campos, y cosechamos a mano de nuestras viñas y olivos viejos. Y embotellamos un producto vivo: vinos y aceites deliciosos que están hechos de uva y aceitunas excelentes, pero también del sol que dora nuestras caras cuando cosechamos y cuidamos, la luna que se nos viene encima mientras estamos en el campo, la garbinada y el cierzo, la lluvia y las diferentes arcillas y altitudes de la Terra Alta.
Cuando embotellamos, con el aceite y el vino se mezclan nuestros sueños e ilusiones, nuestro trabajo, y la de nuestros padres y abuelos, nuestra historia. Y también un legado precioso que nos han transmitido las generaciones que nos han precedido: el espíritu de cooperativa y unión, la permanente innovación en la tradición, y la lucha por conseguir un producto siempre excelente. Ayer y hoy.